El autismo es un trastorno del desarrollo neurológico que se manifiesta obstaculizando el aprendizaje de habilidades de la comunicación y las relaciones sociales. Paralelamente, el desarrollo también se ve interferido por la presencia de:
- intereses restringidos,
- comportamiento repetitivo
- dificultades para afrontar cambios inesperados.
El término espectro se refiere a una amplia gama de síntomas, habilidades y niveles de discapacidad que pueden presentar las personas que lo padecen.
Las causas del Trastorno del Espectro Autista (TEA) son de base genética, pero posiblemente asociadas a factores ambientales que interactúan con éstas. Los cambios de patrón del desarrollo del cerebro son evidentes a los dos años, pero posiblemente ya se vean reflejados a primeras edades.
Los cambios propuestos en el DSM-V unen los subgrupos bajo el único epígrafo de Trastorno del Espectro Autista. La propuesta afirma que los síntomas representan un contínuum que será de leve a severo. Los criterios para el diagnóstico del trastorno especificarán un rango de severidad, describiendo el desarrollo de la comunicación social y de otros comportamientos cognitivos y motores relevantes.
Los efectos del trastorno no son inmutables, pueden cambiar con la intervención educativa adecuada, pero las dificultades nucleares están presentes, en mayor o menor grado, a lo largo de toda la vida de la persona con TEA.
Fuente: xtec.cat (Generalitat de Catalunya, Departament d'Ensenyament).