La separación de los padres es un momento difícil, tanto para los adultos como para los niños. Es una situación que conlleva un periodo de transición y adaptación para todos los miembros de la família, incluso pueden aparecer muchos sentimientos asociados: sensación de pérdida, inseguridad, miedo, tristeza, rabia, frustración, ansiedad, etc, y, a veces, puede hacerse compleja de afrontar.

Para abordar este tema es importante la manera de comunicar esta nueva situación a los hijos, de forma que minimice el estrés y les permita sentirse seguros y queridos.

– Buscar un momento tranquilo y sin distracciones para hablar.

– Que los dos progenitores estén presentes en el momento de comunicárselo. Deben hablar previamente para decidir qué contar a los niños.

– Hablar abiertamente con todos los hijos a la vez.

– Usar un lenguaje claro y sencillo, adaptando el lenguaje a la edad de los niños.

– Explicar la situación de manera directa pero sin entrar en detalles.

– No generar expectativas sobre algo que no se puede saber.

– Validar sus emociones y permitirles que expresen lo que sienten.

– Invitarles a que hagan preguntas y mantener una comunicación abierta.

– En el caso que se conozca, hablar de cómo serán sus días a partir de la separación: los cambios que habrán como nueva casa, tiempo dividido entre padres…

– Mantener rutinas regulares como la hora de comer, dormir y otras actividades.