La búsqueda y el registro de reforzadores eficientes para la terapia y técnicas de modificación de conducta en niños con TEA, es un proceso muy importante y necesario para que la terapia sea efectiva. 

Cuando deseamos que una conducta determinada se repita en el niño, deberá ser reforzada con lo que llamamos Refuerzo Positivo.  Utilizaremos la ausencia de este reforzador y la redirección, para evitar la repetición de Conductas Inadecuadas no deseadas.

Existen diferentes tipos de reforzadores, primarios (como podría ser la comida o la bebida), materiales (como los juguetes) y sociales (como podrían ser las cosquillas y los juegos sociales).  

Es el niño quien elige que refuerzo quiere, ya sea de forma verbal o mediante el libro de comunicación.

Es importante destacar, que cuando se inicia la terapia o tras conseguir un objetivo nuevo, es recomendable utilizar el reforzador inmediato.  Cuando el niño ya está habituado al funcionamiento de la terapia, se puede utilizar la economía de fichas y los tableros de recompensas con el fin de alargar la obtención de la recompensa en el tiempo.  De esta manera alargamos el tiempo de trabajo con lo cual podremos trabajar más objetivos de la programación, reduciendo el tiempo de refuerzo.  

Utilizar el reforzador diferencial, también es una herramienta muy importante a poner en práctica.  

Ofreceremos un refuerzo con mayor valor si el niño responde correctamente a la introducción de una nueva unidad, que si responde a una unidad ya adquirida o en mantenimiento.

Finalmente, comentar la importancia de variar y renovar los reforzadores durante las sesiones; pues pueden perder valor con el tiempo, y el objetivo primordial es conseguir la máxima motivación del niño con el fin de obtener el mayor rendimiento.  No debemos olvidar que las terapias deben ser divertidas para los niños.

Elisabet Valverde Miró
Psicóloga especialista en TEA